sábado, 31 de enero de 2009

Revolutionary Road


Cuando salí del cine después de ver Revolutionary Road no podía dejar de pensar en April.
Desde luego es un buen síntoma, cuando una película te deja algo en lo que pensar, cuando uno de sus personajes te dice algo es obvio que la película ha merecido la pena.
Años 50, April y Frank son un matrimonio de esos "especiales". La gente que les rodea eso piensa de ellos, son envidiados, atractivos, jóvenes, viven en una casita encantadora en una calle que parece ser un claro dentro de un bosque tenebroso. Ella cuida de las niñas y el mantiene su monótono trabajo.
Tras las puertas de esa casa se reprime una pesadilla que sobretodo afecta a April.
Como bien hizo Mendes en su genial "American Beauty", no es oro todo lo que reluce. En esta ocasión el director deja de lado la sátira para conectarnos y hacernos sentir perfectamente la amargura y la desesperación de April. Un ama de casa llena de vida e ilusiones frustradas, una mujer que ansía escapar y conocer, que no se quiere limitar a ser perfecta cada mañana y recibir a su marido con unos pancakes y una sonrisa.
Los protagonistas van recorriendo una carretera tortuosa de reproches, infidelidades y sueños truncados.

April nos recuerda a las mujeres que durante el siglo XIX fueron injustamente acusadas de padecer "hysteria". Una supuesta enfermedad que sólo afectaba a las mujeres, las cuales tenían una serie de sintomas que las llevaba a comportarse como personas insanas. Lloraban, gritaban, sentían nervios constantes y causaban problemas continuamente, esto era la Hysteria femenina. No eran más que mujeres sumidas en una profunda represión social y sexual que de alguna forma tenían que somatizar.
En los años 50 la mujer sigue perteneciendo unicamente a la esfera privada y el hombre a la pública. Cualquier ansia en una mujer por ser algo más o por autorealizarse es algo que simplemente no tiene más importancia, algo momentáneo, ya se le pasará...esta es April.
La recomiendo, merece la pena conocerla, es una mujer increible.
¿Quién puede soportar un matrimonio y un entorno que no espera más de ella que unos scrumbble eggs y una sonrisa cada mañana?

4 comentarios:

  1. Deduzco que scrumbble eggs son güevos revueltos, no?
    Vimos la peli, y nos encantó, por múltiples motivos. No hay duda de que la interpretación de la Winslet es memorable, pero, claro,vaya bombón de papel, con esos maridos, da gusto...
    Personalmente me recordó mucho a American Biuty, con la que guarda paralelismos y simetrías, en este caso los entrecruzados papeles de ella, aquí y del Kevin Speacy, en aquella. Es más rica la otra película, su argumento es más amplio y tentacular, los personajes secundarios son más relevantes, etc..
    Ah, creo que no te debes quedar en una entusiasta lectura feminista, aunque me parece muy bien que lo hagas. Creo que la cuestión que plantea, ese intentar que la vida sea como a nosotros nos gustaría que fuese, que para eso es nuestra, no tiene sexo, aunque, ciertamente en el contexto social que se plantea e incluso en la actualidad, puede afectar más a las mujeres que a los hombres.

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  2. Hola Fiol!!

    Me ha gustado mucho la entrada. No he visto la peli, pero últimamente mi mujer histérica favorita es Betty Draper. Bueno, ella y su mejor amiga Francine, la embarazada que fuma y bebe. Más opiniones inútiles sobre Mad Men en mi próximo post. Un beso.

    PD: No encontraba tu blog y buceando por google, he llegado al blog de una niña que se llama Violeta y tiene síndrome de down. Sé que Dios me castigará por esto. Nos vemos en el infierno.

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  3. NO TE DETENGAS
    Walt Whitman
    No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
    No te dejes vencer por el desaliento.
    No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
    que es casi un deber.

    No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
    No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
    No dejes nunca de soñar,
    porque en los sueños son libres las personas.
    No caigas en el peor de los errores: el silencio
    La mayoría vive en un silencio espantoso.
    ¡No te resignes!
    Valora la belleza de las cosas simples
    Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas
    y tú puedes aportar una estrofa.

    Disfruta del pánico que te provoca
    tener la vida por delante.
    Vívela intensamnente,
    sin mediocridad.
    Piensa que en ti está el futuro
    y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
    Aprende de quienes pueden enseñarte,
    las experiencias de quienes nos precedieron,
    de nuestros "poetas muertos",
    porque ellos te ayudarán a caminar por la vida.

    No permitas que la vida te pase a ti, sin que la vivas...

    El desmitificador insensato

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  4. Violeta, te recomiendo la lectura de "El varón domado", de Esther Vilar. Te sorprenderían muchos de los puntos de vista de la autora sobre las relaciones entre hombres y mujeres.
    Felicidades por tu blogg, me encanta su título jajajaja!!!!!

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